Hoteles en El Arenal, Mallorca

Avenida Miramar

La Avenida Miramar, en El Arenal, Mallorca, es el corazón palpitante de esta localidad costera, donde la brisa marina y el bullicio turístico se entrelazan en un paseo lleno de vida.

Flanqueada por palmeras y con vistas directas al mar, esta avenida es el lugar ideal para disfrutar de un paseo al atardecer, saborear la gastronomía local o simplemente observar el ir y venir de visitantes y residentes.​

A lo largo de la Avenida Miramar, se suceden una variedad de restaurantes, cafeterías y tiendas que ofrecen desde platos típicos mallorquines hasta souvenirs para llevarse un pedacito de la isla.

La cercanía a la playa permite combinar el relax del mar con la comodidad de tener todos los servicios a mano. Además, su ubicación estratégica la convierte en un punto de partida perfecto para explorar otras zonas de El Arenal y la bahía de Palma.​

La Avenida Miramar no solo es una vía de tránsito, sino un espacio de encuentro y disfrute que refleja el espíritu acogedor y vibrante de Mallorca.

Ya sea para un paseo matutino, una comida frente al mar o una noche animada, esta avenida ofrece experiencias memorables para todos los gustos.

Aqualand El Arenal

Aqualand El Arenal es un paraíso acuático en el corazón de Mallorca, perfecto para quienes buscan un día de diversión bajo el sol. Este enorme parque ofrece atracciones para todos los gustos y edades, desde emocionantes toboganes hasta zonas de relax ideales para desconectar. En familia, con amigos o en pareja, la jornada aquí siempre promete ser inolvidable.

Los más atrevidos pueden lanzarse por toboganes como King Cobra o Kamikaze, donde la velocidad y la altura garantizan descargas de adrenalina. Pero Aqualand El Arenal también piensa en los más pequeños, con espacios como Dragonland y Polynesia, llenos de juegos, chorros de agua y piscinas diseñadas para su seguridad y disfrute. Cada rincón del parque está pensado para sorprender y hacer reír.

Y si lo que apetece es tomarse un respiro, el Congo River y las zonas ajardinadas con hamacas son el lugar perfecto para descansar entre chapuzón y chapuzón. Además, el parque cuenta con restaurantes, taquillas y tiendas para completar la experiencia.

Aqualand El Arenal no es solo un parque acuático, es una aventura completa que convierte un día cualquiera en una experiencia para recordar. Sin duda, una de las paradas imprescindibles si visitas la isla de Mallorca.

Palma Aquarium

Palma Aquarium es una de las joyas marinas de Mallorca, un lugar donde el mundo submarino se convierte en una experiencia viva, sensorial y educativa.

Situado a pocos minutos de El Arenal, este acuario ofrece mucho más que peces en vitrinas: propone un auténtico viaje por los océanos sin moverse de la isla.

Desde el primer paso, el visitante se sumerge en una atmósfera mágica. Las salas están cuidadosamente ambientadas para representar distintos ecosistemas, desde el colorido mar Mediterráneo hasta los exóticos arrecifes del Índico y el Pacífico.

Uno de sus mayores atractivos es el Big Blue, uno de los tanques de tiburones más profundos de Europa, donde estos imponentes animales nadan majestuosos a pocos centímetros del cristal.

Pero Palma Aquarium también destaca por su compromiso con la conservación. A través de talleres, charlas y actividades interactivas, promueve el respeto por la vida marina y la importancia de cuidar nuestros mares.

Los más pequeños disfrutan en las zonas táctiles y los jardines exteriores, donde hay juegos de agua y áreas verdes.

Visitar Palma Aquarium es una experiencia que combina entretenimiento y conciencia ambiental, ideal para familias, parejas o curiosos del mundo marino.

Playa de Can Pastilla

La Playa de Can Pastilla es una de las más accesibles y agradables del sur de Mallorca, ideal para quienes buscan combinar relax, servicios y ambiente familiar.

Con una extensión generosa de arena fina y dorada, esta playa se abre a la bahía de Palma, ofreciendo aguas poco profundas y tranquilas que la hacen perfecta tanto para niños como para quienes disfrutan de largos baños en el mar.

A lo largo del paseo marítimo que la acompaña, se suceden restaurantes, heladerías y tiendas de recuerdos que completan la experiencia.

La Playa de Can Pastilla también es un lugar perfecto para los aficionados al deporte. Es habitual ver personas practicando paddle surf, windsurf o simplemente paseando en bicicleta por el carril bici que conecta con El Arenal y Palma.

Además, la playa está muy bien equipada con duchas, hamacas, sombrillas y accesos adaptados, lo que la convierte en una opción cómoda para pasar todo el día junto al mar. El ambiente es relajado, con una mezcla de turistas y residentes.

La Playa de Can Pastilla es una excelente elección para disfrutar del Mediterráneo en un entorno acogedor y con todo al alcance. Una invitación al descanso y al buen vivir.

Mercado de Can Pastilla

El Mercado de Can Pastilla es uno de esos rincones con alma que hacen especial a esta localidad costera de Mallorca.

Celebrado dos veces por semana en la tranquila Plaça de Pius IX, se ha convertido en una cita imprescindible tanto para residentes como para turistas que desean saborear la esencia del Mediterráneo. Aquí, entre puestos coloridos y el murmullo de la brisa marina, se mezclan aromas, sabores y sonrisas.

En el Mercado de Can Pastilla no solo se encuentran frutas y verduras frescas, sino también quesos artesanos, embutidos tradicionales, flores, ropa veraniega, complementos únicos y hasta pequeños tesoros hechos a mano. Cada parada es una historia, cada vendedor un embajador de lo auténtico.

El ambiente es cercano, familiar y acogedor, lo que convierte la experiencia en algo más que una simple compra: es un paseo por la cultura local. Además, su ubicación a solo unos pasos del mar permite al visitante combinar la mañana de mercado con un baño en la playa o un desayuno frente al mar.

El Mercado de Can Pastilla es, sin duda, un lugar donde el tiempo se ralentiza y el sabor de Mallorca se vive con todos los sentidos.

Parroquia Nuestra Señora de la Lactancia

La Parroquia de Nuestra Señora de la Lactancia, en El Arenal, es un templo discreto pero lleno de significado para la comunidad local. Situada a poca distancia de la playa, esta iglesia se alza como un refugio espiritual en una zona conocida por su ambiente turístico y animado.

Su fachada sencilla y su campanario blanco contrastan con la vitalidad de su entorno, creando un espacio de recogimiento en medio del bullicio.

En el interior, la Parroquia de Nuestra Señora de la Lactancia sorprende por su ambiente cálido y acogedor. Las paredes están decoradas con motivos sobrios y detalles que remiten a la devoción mariana, ofreciendo a los fieles un lugar para la oración, el silencio y la comunidad.

Las misas y celebraciones mantienen vivo el espíritu religioso entre vecinos y visitantes. La historia de la Parroquia de Nuestra Señora de la Lactancia está profundamente ligada al crecimiento del Arenal como núcleo turístico, acompañando a generaciones de residentes desde mediados del siglo XX.

Más allá de su valor religioso, este templo representa un símbolo de identidad para muchos, un rincón que guarda la memoria de la transformación de la zona.

Caló de Sant Antoni

Caló de Sant Antoni, en el sur de Mallorca, es uno de esos rincones que aún conserva la esencia tranquila del Mediterráneo.

Situada junto al Club Náutico de S'Arenal, esta cala discreta y acogedora se aleja del bullicio de las grandes playas para ofrecer una experiencia más íntima y relajada. Su arena clara se mezcla con grava, y sus aguas poco profundas invitan a disfrutar de un baño pausado, rodeado de calma y naturaleza.

A pesar de estar en una zona muy visitada, Caló de Sant Antoni mantiene un perfil bajo. No encontrarás hamacas ni servicios turísticos abarrotados, pero sí un entorno cuidado, ideal para leer, descansar o contemplar el vaivén del mar.

Su cercanía a restaurantes y al paseo marítimo permite combinar el relax con una comida frente al mar o un paseo en bicicleta. Lo que hace especial a Caló de Sant Antoni es su autenticidad. Aquí, la posidonia marina —señal de un ecosistema saludable— baila con las olas y da transparencia al agua.

Es una cala para quienes valoran la tranquilidad por encima del espectáculo. Un pequeño refugio donde desconectar sin renunciar a la belleza de Mallorca. Perfecta para quienes buscan un día de paz frente al mar.

Es Carnatge

Es Carnatge es uno de los rincones más sorprendentes y singulares de la costa de Palma, un lugar donde la naturaleza se expresa con fuerza en cada roca, cada fósil y cada brisa marina. Este tramo litoral, situado entre el aeropuerto y Ciudad Jardín, se presenta como un paraíso para quienes buscan desconectar del ritmo urbano y adentrarse en un paisaje casi intacto.

Caminar por Es Carnatge es recorrer un sendero flanqueado por acantilados bajos, playas fósiles y un silencio que solo rompe el sonido del mar. Este espacio, protegido como Área Natural de Especial Interés, guarda restos geológicos de millones de años, con formaciones rocosas que parecen contar historias de otro tiempo.

Es como pasear por un museo natural al aire libre, con vistas espectaculares a la bahía de Palma. Pero Es Carnatge no solo fascina por su geología. Es también hogar de numerosas especies de flora y fauna adaptadas al entorno costero.

Aquí conviven gaviotas, lagartijas, y plantas que crecen entre las grietas de la piedra, resistiendo el viento salino. Es un lugar para detenerse, contemplar y reconectar.

Ideal para caminantes, ciclistas, y amantes de la naturaleza que valoran lo auténtico y lo sereno. Un tesoro escondido en plena isla.

Mirador Son Verí

El Mirador Son Verí, en la costa sur de Mallorca, es uno de esos rincones que parecen diseñados para detener el tiempo.

Situado entre El Arenal y Cala Blava, este mirador ofrece unas vistas privilegiadas sobre la bahía de Palma, donde el mar se funde con el cielo en un horizonte sereno y luminoso. Es un lugar perfecto para pasear, relajarse o simplemente contemplar la belleza del Mediterráneo sin prisas.

A lo largo del paseo que bordea el acantilado, bancos estratégicamente colocados invitan a sentarse y observar cómo el sol cae lentamente sobre el agua.

El Mirador Son Verí no solo es fotogénico, también es tranquilo y accesible, ideal para desconectar del bullicio turístico.

Aquí, el sonido protagonista es el del oleaje, el viento acariciando los pinos y alguna que otra gaviota planeando sobre el mar.

Tanto de día como al atardecer, el Mirador Son Verí regala una postal distinta, llena de matices y sensaciones.

Para quienes buscan un momento de calma, un paseo romántico o simplemente una vista de Mallorca que no necesita filtros, este mirador es una joya escondida. Un lugar que enamora por su sencillez y su autenticidad, ideal para dejarse llevar.